Maní: Sabor de las fiestas juninas y poder de la agricultura brasileña

Amendoim: Sabor das festas juninas e potência do agro brasileiro
Imagen: Canva

Con las festividades de junio acercándose, período en el que el maní es protagonista en platos como la paçoca, el pé-de-moleque y el maní tostado, surge la oportunidad ideal para explorar la verdadera dimensión de este grano Que trasciende el mundo de las exquisiteces. Con innegable orgullo, reiteramos: ¡el maní es originario de Brasil! Se ha consolidado como un cultivo estratégico y en expansión en la agroindustria brasileña, generando un importante impacto económico y social. Este artículo busca presentar el panorama actual del sector, su relevancia y las proyecciones que consolidan la posición de Brasil como potencia global en este mercado.

Producción y superficie plantada: un gigante que no deja de crecer

El maní, además de ser una tradición cultural, se ha convertido en uno de los cultivos más dinámicos de la agricultura nacional. Brasil ocupa el octavo puesto entre los mayores productores del mundo, destacando el estado de São Paulo, con más de 901 toneladas métricas de producción nacional. Aprovecha la rotación con caña de azúcar, lo que favorece la productividad y la sostenibilidad, ya que el maní enriquece el suelo con nitrógeno y ayuda a controlar los nematodos.

La cosecha 2023/24 se estimó en alrededor de 734 mil toneladas, un aumento significativo en comparación con años anteriores. Se espera que la cosecha 2024/25 supere los 1,18 millones de toneladas, un aumento de 601 TP3T con respecto a la cosecha anterior. Este incremento se debe al aumento de la superficie sembrada (279 mil hectáreas) y a una productividad promedio que debería alcanzar los 4209 kg/ha. El uso de semillas certificadas, cultivares con alto contenido de ácido oleico y una mecanización más eficiente fortalecieron aún más la cadena de producción.

La expansión no se limita a São Paulo: Mato Grosso do Sul y Minas Gerais vienen ganando destaque, demostrando que el maní se adapta bien a diferentes regiones y puede ser una alternativa rentable en suelos menos adecuados para otros cultivos, como la soja.

Mercado interno y exportaciones: fortaleza dentro y fuera

El consumo interno de cacahuete en Brasil es significativo y está en crecimiento. Con un consumo per cápita de 1,6 kg al año, se encuentra por debajo del de países como Estados Unidos (6,7 kg) y China (13 kg). En Brasil, el cacahuete se consume crudo o en productos de confitería como la paçoca, el pé-de-moleque y diversos dulces. Sin embargo, existe un gran potencial de expansión, especialmente con la popularización de productos como la mantequilla de cacahuete, considerada ahora un alimento saludable y nutritivo.

En el mercado internacional, Brasil ha ganado una cuota de mercado significativa. En 2024, exportamos 227 mil toneladas de maní, destacando mercados como Rusia (27), Argelia (181 toneladas) y Países Bajos (91 toneladas). En el mercado de aceite de maní, Brasil se ha consolidado como el segundo mayor exportador mundial, con unas 110 mil toneladas, equivalentes a aproximadamente 751 toneladas de producción nacional, siendo China el principal destino.

Las exportaciones no solo fortalecen la balanza comercial, sino que también generan empleo e ingresos para miles de familias en el interior del país. La apreciación del tipo de cambio y la alta demanda mundial son factores que refuerzan el liderazgo de Brasil en este escenario.

Cacahuetes: sabor y salud en un mismo envase

Además de su importancia económica, el cacahuete también destaca como un alimento funcional y un aliado para la salud. Rico en proteínas, fibra, magnesio, potasio, vitamina E y otros nutrientes esenciales, contribuye al buen funcionamiento del organismo y puede formar parte de una dieta equilibrada desde la infancia.

Estudios indican que su consumo puede ayudar a controlar el peso, mejorar la salud cardíaca, prevenir picos de azúcar en sangre e incluso contribuir a la salud cerebral y a la prevención del Alzheimer. Su aceite, naturalmente libre de colesterol y rico en antioxidantes, ha demostrado ser beneficioso para prevenir enfermedades cardiovasculares y neurológicas, e incluso ciertos tipos de cáncer, como el de mama, colon y próstata.

Otra ventaja es la sostenibilidad: el cacahuete, al ser una legumbre, requiere menos agua que otras oleaginosas, fija el nitrógeno en el suelo y su producción emite menos CO₂ en comparación con las fuentes de proteína animal. Esto lo convierte no solo en un alimento saludable, sino también en una opción inteligente para el medio ambiente.

Desafíos y oportunidades: construyendo el futuro del maní

A pesar del progreso, el sector enfrenta desafíos que deben superarse para garantizar una competitividad sostenible. Un control estricto de las aflatoxinas (sustancias tóxicas producidas por hongos) es esencial para acceder a mercados exigentes como la Unión Europea. Además, es necesario mejorar la logística, especialmente para transportar el producto desde las nuevas zonas de producción hasta los centros industriales concentrados en São Paulo.

Otro punto preocupante es el costo de producción, que es más alto que el de la soja. Sin embargo, la rentabilidad del maní, combinada con su potencial agronómico —como la mejora del suelo y el control de plagas en rotación con caña de azúcar—, justifica esta inversión.

Las perspectivas son alentadoras. La expansión a nuevas áreas, el aumento del consumo interno y la conquista de nuevos mercados internacionales indican que el maní seguirá experimentando un fuerte crecimiento. La inversión continua en investigación, innovación, infraestructura y calidad será crucial para consolidar aún más a Brasil como potencia mundial.

Al saborear su paçoca o pé-de-moleque este São João, recuerde que, además de tradición, el maní es un motor de la agroindustria brasileña y un superalimento. Genera empleo, fortalece el suelo, impulsa las exportaciones y, además, es beneficioso para la salud. Con una producción creciente, exportaciones robustas y un mercado interno en expansión, el maní se está consolidando como uno de los pilares de la agroindustria brasileña: sabor, tradición, nutrición y, sobre todo, un futuro prometedor, fruto de un legado genuinamente nacional.

Fuentes: Itau BBA. Agro Radar: El mercado del maní. São Paulo, 2025; El Instituto del Maní.

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