La canola, obtenida mediante la mejora genética de la colza, es una especie de semilla oleaginosa perteneciente a la familia de las crucíferas. Su nombre proviene del inglés Canadian Oil Low Acid. Del proceso de extracción de las crucíferas tenemos el aceite de canola, compuesto principalmente por grasas monoinsaturadas y rico en aceites Omega 3.

Por ser rico en grasas insaturadas, el aceite de canola ayuda a equilibrar el colesterol y, al tener un bajo nivel de grasas saturadas, es bueno para el corazón y para mantener la presión arterial. La aplicación de este aceite se extiende a diversas industrias alimentarias, tales como: cosmética, farmacéutica, alimentación animal, biodiesel, entre otras.