
Para los productores y exportadores de soja paraguayos, la guerra arancelaria El comercio global es un viaje impredecible. Temen los efectos de la volatilidad y, al mismo tiempo, esperan una mayor demanda china de harina y aceite de soja sudamericanos.
Además, el país sin litoral es el tercer mayor exportador de soja del mundo, detrás de Brasil y Estados Unidos, y entre sus exportadores se incluyen Cargill, Viterra y Bunge. La mayor parte de su producción, por lo tanto, se destina a plantas de trituración en los vecinos Brasil y Argentina.
En consecuencia, los agricultores se han visto afectados por las fluctuaciones de precios, en parte impactadas por el enfrentamiento arancelario entre Estados Unidos y sus socios comerciales mundiales, incluida China, un importante comprador de soja.
“Es como un paseo en trineo”, dijo Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de Producción. La entidad representa a los productores rurales. Cristaldo habló con los periodistas esta semana, refiriéndose a los aranceles estadounidenses que han agitado los mercados y afectado los precios de los granos.
Finalmente, concluyó: “No sabemos dónde se recuperará el mercado y dónde se estabilizará”.
Perspectivas climáticas y recuperación de la producción
Un punto positivo es el pronóstico meteorológico más favorable para la próxima temporada, después de que la sequía redujera la cosecha de soja del país a alrededor de 8,5 a 9 millones de toneladas en la temporada actual. Todavía se está recogiendo la soja tardía.
“Estamos pasando de un clima frío neutro a uno cálido neutro. Este cambio podría traer un buen nivel de precipitaciones”, afirmó Hugo Pastore, director ejecutivo de la Asociación Paraguaya de Exportadores (CAPECO).
Fuentes del sector estimaron una producción de más de 10 millones de toneladas en la cosecha 2025/26, con lluvias que aliviarán los cultivos y elevarán el nivel de los ríos, factor crucial para el transporte de la oleaginosa. Los datos del gobierno de Estados Unidos predicen una producción de entre 10 y 10,9 millones de toneladas.
El aumento será beneficioso para Paraguay, aunque la siembra recién comience a finales de año. La caída de las exportaciones en el primer trimestre –de 2,5 millones de toneladas a 2,2 millones el año anterior– perjudicó los ingresos en dólares y devaluó el guaraní, la moneda local.
Desafíos futuros: aranceles y regulaciones de la UE
Sin embargo, los funcionarios advirtieron que la volatilidad del mercado tras los anuncios de aranceles comerciales y nuevas regulaciones de la Unión Europea podría crear más desafíos.
Los exportadores tienen hasta diciembre de 2025 para cumplir con las nuevas normas de la UE. La fecha límite se pospuso a principios de este año debido a la presión de los países exportadores de soja. Las reglas establecen que toda la soja importada al área económica debe estar libre de deforestación.
“Nos preocupan los aranceles y lo que sucederá cuando entren en vigor estas nuevas normas de la UE”, dijo Pastore.
El agricultor paraguayo Valdecir De Souza cultiva soja cerca de la frontera de Paraguay con Brasil. Dijo que es positivo debido a las mejores lluvias. Además, dijo que podía ver un lado positivo en la guerra comercial.
Dijo que el país podría aumentar su ventaja competitiva suministrando granos crudos a otros países, que luego enviarían esos productos a mercados finales como China. Paraguay no mantiene relaciones comerciales directas con China debido a vínculos de décadas de antigüedad con Taiwán.
Los analistas agrícolas dijeron que una escalada de la nueva guerra comercial podría impulsar una mayor demanda china hacia Sudamérica con el tiempo. Recordaron que algo similar ya ocurrió en Brasil en 2018.
“Podríamos tener una ventaja competitiva al encontrar nuevos mercados para nuestros productos”, dijo De Souza, de 58 años. “Veo que, por un lado, es bastante preocupante… pero, por otro, esto podría abrir nuevas puertas para nuestra soja”.
Fuente: Daniela Desantis, Lucinda Elliott, César Olmedo, Adam Jourdan y Philippa Fletcher | Noticias Agrícolas